Este es un tipo de ataque de ciberseguridad que utiliza una mezcla de técnicas y tácticas maliciosas, como virus, gusanos, troyanos y otros códigos dañinos.
Su objetivo es explotar múltiples vulnerabilidades y sistemas, tanto en la red local como en Internet. Los ataques combinados pueden resultar en una variedad de daños, como la denegación de servicio, la explotación de las direcciones IP y el daño a los sistemas locales.
Este tipo de ataque se propaga de forma autónoma, sin necesidad de intervención humana, y puede extenderse rápidamente, causando daños significativos. Una característica distintiva es su capacidad para atacar múltiples áreas de un sistema o red simultáneamente, utilizando contraseñas predeterminadas y aprovechando vulnerabilidades conocidas.