Es una tecnología de identificación y autenticación basada en rasgos físicos únicos (huellas dactilares, patrones de retina o iris, rostro) o características conductuales (patrón de tecleo, firma, forma de andar) de un individuo.
La biometría aprovecha estos atributos que son universales, distintivos, invariables y medibles para verificar la identidad de una persona. Este método aporta un alto grado de seguridad, ya que es difícil de falsificar o robar estas características intrínsecas.
Su aplicación abarca desde el acceso seguro a dispositivos y sistemas hasta la autenticación en transacciones financieras o de seguridad.