Es una contraseña que no ofrece un alto nivel de seguridad debido a su simplicidad o previsibilidad.
Generalmente es corta, con poca variedad de caracteres o incluye información personal fácil de adivinar, como nombres, fechas de nacimiento o secuencias numéricas simples. También se consideran débiles las contraseñas preestablecidas por los fabricantes.
Dado su riesgo de ser rápidamente comprometidas por ataques de fuerza bruta o adivinación, se recomienda evitarlas y optar por contraseñas robustas.