Es una contraseña diseñada para ser difícil de adivinar o descifrar.

Típicamente, se compone de una mezcla compleja de caracteres alfanuméricos, que incluye letras en mayúsculas y minúsculas, números y símbolos especiales.

Su longitud suele ser mayor a la media, aumentando la cantidad de posibles combinaciones y, por lo tanto, la seguridad.

Su objetivo principal es resistir los ataques de fuerza bruta y otras técnicas de descifrado, proporcionando una capa sólida de protección a la información del usuario.