Este término se refiere a un individuo o entidad que, con intenciones maliciosas, rompe los mecanismos de seguridad de los sistemas informáticos para ganar acceso no autorizado. Su objetivo puede variar desde la alteración o destrucción de la información hasta la interrupción del funcionamiento normal del sistema.
Un cracker se distingue de un hacker en que sus acciones se consideran invariablemente maliciosas y contrarias a la ética, ya que su objetivo es explotar debilidades en los sistemas para causar daño o provecho personal.