Este término se refiere a un evento catastrófico provocado por procesos naturales del planeta, como terremotos, inundaciones, huracanes, incendios forestales, tsunamis, entre otros.
En el contexto de la ciberseguridad, los desastres naturales pueden tener un impacto significativo en la infraestructura tecnológica, provocando la interrupción de los servicios de red, la pérdida de datos y la posibilidad de brechas de seguridad.
La preparación y la planificación de la continuidad del negocio son clave para mitigar estos riesgos, incluyendo respaldos de datos regulares, la diversificación de los centros de datos y los planes de recuperación ante desastres.