Este término se refiere a un tipo de ataque cibernético en el que un atacante busca manipular la funcionalidad de un servidor de nombres de dominio de Internet (DNS). A veces, el ataque se dirige únicamente al rúter. Una vez que el atacante obtiene control sobre el servidor DNS, redirige las solicitudes que llegan hacia sitios web ilegítimos, diseñados y controlados por él mismo.
Estos sitios ilegítimos están a menudo diseñados con el propósito de instalar malware en los dispositivos de los usuarios, o para llevar a cabo actividades ilegales como el phishing, que es la suplantación de identidad para obtener información personal sensible y conseguir un beneficio económico.
Es importante tomar medidas preventivas para evitar el envenenamiento del DNS, ya que puede dar lugar a graves violaciones de la seguridad de la información, con consecuencias negativas para las empresas y los individuos. La implementación de protocolos de seguridad, como DNSSEC, puede ayudar a mitigar este tipo de ataques y a mantener la integridad de los sistemas de información en Internet.