Es una práctica que consiste en esconder información o un mensaje dentro de otro objeto digital, como una imagen, video o archivo de audio. El archivo que oculta la información se conoce como «portador».
A diferencia de la criptografía, que se centra en hacer el mensaje ininteligible a menos que se tenga la clave, la esteganografía se enfoca en mantener el mensaje oculto y evitar la detección.
Este método puede ser usado tanto para propósitos legítimos como para actividades maliciosas, como la propagación de malware o la fuga de datos sensibles.