La Infraestructura de Clave Pública, o PKI por sus siglas en inglés (Public Key Infrastructure), es un marco de trabajo que consta de hardware, software, políticas y procedimientos que proporcionan servicios de seguridad en las comunicaciones digitales.
Su principal objetivo es facilitar operaciones criptográficas seguras, como el cifrado, la firma digital, el sellado de tiempo y la prevención de la repudiación en transacciones electrónicas.
En resumen, PKI establece un entorno de confianza que permite autenticar y proteger la información que se intercambia en el ciberespacio.