Se refiere al acto de ingresar de manera no autorizada a un sistema o red informática, generalmente con intenciones maliciosas.
Este término se utiliza en el contexto de la ciberseguridad para describir el acto de explotar debilidades o vulnerabilidades en el software o hardware de un sistema para obtener acceso a datos o recursos protegidos.
Los intrusos pueden ser internos (empleados, proveedores, socios comerciales) o externos (hackers, competidores, actores maliciosos) y sus acciones pueden comprometer la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información.