También conocida como ICMP Flood, es un tipo de ataque de Denegación de Servicio (DoS) que se realiza enviando un volumen excesivo de paquetes ICMP (Internet Control Message Protocol) a un objetivo con el propósito de sobrecargar y agotar sus recursos.
Esta saturación puede ralentizar o incluso paralizar por completo el sistema objetivo o la red, impidiendo que los usuarios legítimos puedan acceder a los servicios o recursos informáticos. Este tipo de ataques se caracterizan por su capacidad de afectar la disponibilidad y la funcionalidad de las redes y sistemas atacados.