Se refiere a la práctica de eliminar las restricciones de seguridad impuestas por los fabricantes en un dispositivo, especialmente en los dispositivos iOS de Apple.
Al realizar un jailbreak, los usuarios ganan acceso a funciones y configuraciones del sistema operativo que normalmente están bloqueadas, permitiéndoles instalar y utilizar aplicaciones de terceros no autorizadas, personalizar la interfaz del usuario y modificar ciertos ajustes del sistema.
Sin embargo, a pesar de estas ventajas potenciales, el jailbreak también puede exponer el dispositivo a riesgos de seguridad adicionales, ya que las aplicaciones y modificaciones no autorizadas pueden contener malware o exploits de seguridad. Además, el jailbreak puede invalidar la garantía del dispositivo y posiblemente provocar problemas de estabilidad y rendimiento.