Es una herramienta de vigilancia de software o hardware diseñada para registrar y monitorear las pulsaciones de teclas en un dispositivo sin el conocimiento del usuario.
Esta técnica de ciberespionaje puede capturar información sensible, como contraseñas, mensajes privados, detalles de tarjetas de crédito y otra información confidencial.
Los keyloggers son a menudo utilizados por los ciberdelincuentes para obtener acceso no autorizado a sistemas y datos, pero también pueden emplearse en contextos legítimos, como monitoreo parental, investigaciones forenses digitales o investigación de comportamiento del usuario.
Sin embargo, el uso indebido de keyloggers plantea serios problemas de privacidad y seguridad.