Es una contraseña única generada para un solo uso en un proceso de autenticación.
A menudo es utilizada en la autenticación de dos factores (2FA) para proporcionar una capa adicional de seguridad.
La OTP se puede generar a través de hardware específico, una aplicación de software o enviada a un dispositivo del usuario, como un teléfono móvil.
Su uso limitado en el tiempo reduce el riesgo de robos de identidad y fraudes, ya que incluso si la contraseña es interceptada, su utilidad es efímera y específica.