En el contexto de la ciberseguridad, es un conjunto de normas y procedimientos estandarizados que permiten la comunicación efectiva y segura entre sistemas informáticos.

Estas reglas estipulan cómo se deben transmitir, recibir y procesar los datos, garantizando la coherencia y la fiabilidad de la información transferida.

Los protocolos pueden ser específicos para ciertos tipos de datos o procesos, como HTTP para la web, SMTP para el correo electrónico, o TCP/IP para la mayoría de las comunicaciones en Internet.

Su correcta implementación y uso son fundamentales para la seguridad y la privacidad en la era digital.