En ciberseguridad se refiere a la posibilidad de que una parte involucrada en una transacción o comunicación digital niegue su participación o la autenticidad de su acción. Este escenario plantea desafíos en términos de responsabilidad y verificación de identidad.
Para mitigar los riesgos de repudio, se utilizan técnicas como la firma digital y el registro de auditoría, que proporcionan pruebas irrefutables de la participación de un individuo o entidad en una transacción o intercambio de información específico.